dijous, 28 d’octubre del 2010


En el fondo de cada pecho hay un cofre lleno de pompas de jabón. Misteriosas, cada pompa encierra una palabra que, a su vez, significa un pequeño laberinto. Pocas, muy pocas veces, llegamos a encontrar si quiera la cerradura de este baúl de cintas de raso. Y, cuando lo hacemos, la mayoría de veces lo pasamos de largo sin verlo. Es un lugar mágico, que solo brilla cuando lo miramos con los ojos adecuados.

Solo por la noche, cuando nos metemos en la cama, el cofre se abre de par en par con la telaraña de morfeo enredándose detrás de nuestros ojos y un carnaval de confeti de ilusiones se esparce tras el telón de nuestra mente inquieta. Saltan mil pompas de colores y se estallan las palabras. Suena "Luz", aplaude "Suave", gruñe "Dormilón". Y se pintan cuadros con colores que no existen y se escriben poemas con diccionarios que se olvidan cuando abrimos los ojos. Poco a poco, cuando los sueños se van terminando y el duende que esparce los polvos de la letargia se cansa de caminar con zapatos de terciopelo amarillo por encima de los cabellos de los niños, las pompas de extravaganza se ponen en fila india y se ven absorbidas hasta lo más profundo de nuestros abismos. Despertamos, abrimos los ojos y bajamos los telones, y olvidamos cuanto hemos aprendido por la noche: A caminar sobre los imposibles, a reírnos de la oscuridad, a creer en lo increíble.

A veces, a lo largo del día, una pompa se escapa, traviesa, por una esquina del baúl que se ha roto de darse golpes mientras caminamos contra las paredes... Y, de pronto, frente a nuestos ojos explota una palabra: "¡Azahares!" y un aroma que no viene de ninguna parte nos recuerda alguna melodía insostenible que no sabemos de donde procede. En el fondo de nuestra alma, un murmullo de mil burbujas se ríe en infranqueable silencio. Son esos momentos inexplicables en que una sonrisa se esparce en nuestra boca y un terrón de azúcar se desprende sobre nuestras mejillas.

La pompa se aleja, subiendo hacia el cielo, sonriéndose sin que la veamos.

Primavera

0 comentaris:

Publica un comentari a l'entrada